sábado, 2 de marzo de 2013

BENEDICTO XVI "SIEMPRE Y PARA SIEMPRE"




Benedicto, nos enseñaste que “el amor nunca deja”,
nos mostraste tu amor al Señor y a Su Iglesia,
y después de examinar tu conciencia
y de constatar la capacidad de tus fuerzas,
decidiste otra vez una renovada y audaz entrega,
“siempre” y “para siempre”, amor sin fecha.

No vas por menos, sino por más;
no te bajas de la Cruz, sino que trepas más alto.
Audazmente has dado un paso adelante, no al costado,
para afrontar los inmensos retos de la Iglesia
con mejor armamento que la sede de Pedro:
la plegaria, la omnipotencia suplicante.
Cuando las cosas andas realmente mal,
ya no se necesita al hombre práctico;
es la hora del hombre contemplativo.

Dejas el valle y subes a la montaña.
Aún no se ha entendido del todo el gesto.
Nos llevará seguramente algunos años.
Decir "me retiro para orar por la Iglesia"
no fue un engaño para decir sin más "me retiro".
Tal vez sea más bien como decir:
“no me retiro nada; me adentro en pos
de una misión más ardua y determinante.
Que otro, más joven, con menos fuerzas,
se ocupe de la cosa práctica.
Yo me ocupo de los dragones”.


Gustavo Leandro Manrique

No hay comentarios:

Publicar un comentario